Días raros.
Un año largo.
Esta era ya era.
Siempre lo mismo, siempre el mismo.
Durante tanto tiempo creí saber lo que hacía.
Y ahora, casi seguro, sé que no sé nada de nada.
Nunca siempre. Siempre nunca. A ver, a veces ves, viste?
Vendí baratito sonrisas a clientes infieles como un cliché.
Vulgares palabras de amor con un alias en diminutivo.
Manoteaba lo que estaba al alcance de mis manos.
Hembras hambrientas de hambre dulce avinagrado.
Soy un hombre limitado, incalculable, inculpable, incalmable.
Un malhechor maltrecho malhumorado. Sinceridad, sin ceros.
Desvaído, amaino y envaino, mas, no rezo más, ni en picada.
Deidificado al dente, al freezer, gelado, cuarteado.
Un chabón chambón objetivándome, objeto.
Ferocidad, permanentemente. Fiero, fiera.
Moderada moderación humana de moda.
Efecto invernadero multiorgásmico.
Entre el iglú y el horno de barro.
Entre el hornero y el esquimal.
Corporación de corporalidades.
Incorporiedades Incorporadas.
A compartir, compatriotas.
Me toca a mí, es mi turno.
Bondage y sus bondades.
Esclavizándonos.
Impares a la par.
Criados juntos.
En el rejunte.
Rejuntaos!
El puño en alto.
Neoliberalismo.
Orgiástico organizado.
Nos cagan a trompadas.
Dónde estaba con la cabeza?
M.O.V.
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