A las lágrimas, alas.
Don al aire es donaire.
Estrella aquella que nos guía.
Hilvanado almidonado alivianado.
Lindero lindo, indoloro indócil.
Dé lirios y delirios.
Delirium tremens, también.
Al confesionario, al concesionario.
Le tomé idea al confesor, confieso.
En este rincón, el peso pesado, Rencor.
En el otro rincón, el peso pluma, Perdón.
Aplastante es esperar complacencia a plazo.
Abrí las heridas, para que salga la pus que puse.
La ocasión hace al ladrón. Mirá por dónde caminas.
Podotáctiles, suplanté las plantas de mis pies de plomo.
Arco vencido, arquero colador de metegol, tajante atajándome.
En la portería, hasta las manos. Hasta el cuello, el agua.
-Ponete las manos, Clemente y remala como puedas-
Revividos revindicados revirados revidados.
En el infierno el uniforme es igualitario.
El cielo en capas, capaz que te entra.
Se trivializa la tribu. Invisible inviable.
Extimidad de tímida intimidad.
El verso y reverso de la selfie.
Endiablado envidiable.
Exitistas sin salida.
Abocados al éxito.
A toda costa, acostados.
Tenderíamos al tendríamos.
Autocontrol descontrolado.
Lo desmedramos al desmadre.
El colonizado colisiona con el cosmos.
Occiduo oxidado, accidente occidente.
Fenómeno fenomenológico, qué fenómeno!
El termostato del termometro está termocauterizado.
En el horno, al horno con papas.
Terminachos terminantes.
Terminala, che.
M.O.V
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