Segundero

Como un árbol en primavera.

Así es que me voy por las ramas.

Sin pararme realmente en la estación.

De lo remanente, lo renacido.

Segundando al segundero.

Adentro, se va la segunda.

Con cara de entendido.

Desentendiéndome.

Desatendiéndome.

Entro al antro entretanto.

Entre visiones fantasmales.

Entre emociones ancestrales.

Entre edificaciones de tipificaciones.

Ilapso en lapsus de quietud y arrobamiento.

Como robo perpetrado a la perpetuidad.

Vas a venir y es eso lo que espero.

Voy por la sensación de existir.

Es prohibido girar a la derecha.

Se me volaron todas las chapas.

Algunas manchas en la fachada.

En una manera distinta de curame.

Es no eludirle a la posibilidad de ilusionarse.

Sin apresurarme,en proceso terapéutico.

Un tero-tero, pataslargas cuida el terreno.

En vínculos estrechos, pertrechándonos bien.

Y a ver que pasa con lo que pasa.

Lo instantáneo un instante antes de este instante.

“Me gusta estar solo, no sentirme solo”

-Fiódor Dostoievsky-

M.O.V.