Pronósticos anacrónicos.
La bondad de esperar.
Por mi negligenciada.
Durante duros tiempos.
Ahora un forastero reubicado.
Recrudece lo urgido y urgente me sanas.
Prerrogativas en rogatorios mal regados.
Ofrendas ofrendadas ofrecidas en oferta por cierre.
En liquidación el mundo suicida en suicidio colectivo.
De esos quereres nada quiero. Feliz donde hoy estoy.
En este bien querer bien te quiero, bienquistados, mi bien.
Desasidos mis sueños sueltos a volar reposan en tus manos.
Y como temo despertarme meto y meto despertares junto a vos.
Obra en mí tu espiritual intelectual con sus abracadabras.
Mi texto textual de ti, entre las comillas de tus mejillas.
Causales de casualidad causantes del casualismo.
En el potrero como gramilla desparramada.
Estirando el estío de mi vida a tu lado.
En las hojas de las flores silvestres.
En el universo verde de tus ojos.
Esmeradas esmeraldas lapidadas.
Dulcemente joyas despiadadas ejerecen su dominio en mí.
Sálvanme del mundo y de aquel intruso que mal me habita.
Experimento el estar vivo viendo y viviéndonos.
Con mi idea de vivir.
En alienación de mí.
Accidente incidente incendia.
Tu contoneado, mi meneado.
“Pasarán más de mil años, muchos más.
Yo no sé si tenga amor la eternidad.
Pero allá, tal como aquí.
En la boca llevarás.
Sabor a mí”.
“ La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura”.
Lin yutang.
M.O.V.
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