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Foto del escritorMario Vidal

Racional irracional



Se me vuela el sombrero y pierdo la cabeza. Ese mi lado racional irracional me incompleta.

No hay amor que entienda este descontrolado amor inmerecible, envenenadamente puro.

Ni lógica que acompañe tan agobiante e irresistible pasión descarriada desenfrenándose.

Cuando veo el mal, se me nubla la vista, se me enturbian las palabras en un torpe torbellino torrencial en lluvia de ideas que finalmente me ahogarán en sus aguas sucias desgobernadas.

Atado en un tronco a latigazos me castigaría pero soy de esos torcidos bichos que no aprenden.

Un animal inconsciente dañino, para los cuales no existe correctivo, enmendas que puedan resarcir los daños producidos, daños propios, a segundos y a terceros en destrucción total.

Cuanto más lo pienso menos quiero pensar y me odio por ser un ser pensante, eso me apena.

Por haber construido este edificio de pensamientos en tierras fiscales en el mundo de las ilegalidades que está obsoleto, deteriorado, con todos los requisitos cabibles para la demolición y sin la mínima recuperación y aprovechamiento de alguno de esos materiales destructivos.

Me avergüenzo de esa cara, de esa faceta, de esa facha, de esa fachada que también es mía.

Ni en el espejo puedo verme, verme, ajeno en esa imagen deformada sin alma, sin espíritu.

A veces, muy frecuentemente en realidad, me cansa ser quien soy en esta configuración.

Y lamento, como lo lamento, me entristece por los que me tienen que padecer así, absurdo.

Soy un cruento campo de batalla en el que intento rescatarme en esa horrible panorámica.

Es martes en esta guerra donde todos perdemos y yo me siento cada vez más lejos del Olimpo.

Me duelen los muertos, los enfermos, los mutilados,los lisiados,los perseguidos,los marginados.

Soy del pueblo perdido de los no elegidos del pueblo de los ausentes,desapareciodos,olvidados.

En Guernica pintado, en gas de Auschwitz, en el Río de la Plata, negro en favela morro de Rio.

Soy Sendero Luminoso apagado, Montonero amontonado, cangaceiro seco, un romántico Che.

Soy el peso en el lomo del trabajador exhausto, la bala perdida encontrada, el dolor de madre.

El enterrado en fosa común, el agonizante que se le resiste a la muerte, el indigente indignado.

Cueste lo que cueste siempre es caro y pago ese precio inflacionario cada dos por tres, otra vez.

Escribo para explicarme y no sé si me explico y si lo explicado es aplicable, plática de redención.

Lo que me pasa es que sé lo que pasa,mi deseo de justicia, esterilizado no se reproducirá jamás.

Un primitivo originario cooperativista, desprendido naturalista desfasado en el tiempo y lugar.

El tornillo que nos sobra en el montaje en esta maquinaria infernal que es la ingeniería social.

Cansado, herrumbroso, enmohecido, estropeado, roñoso, oxidado,corrompido, infecto,podrido.

Te pido mil disculpas, mi amor, estoy trabajando para ser mejor y preciso mucho de tu ayuda.

No soy muy diestro, estoy más bien para zurdo, en estas artes de vivir en este plano inclinado.

Sin vos, sin tu complemento, sin tu equilibrio, sin tu espiritualidad, sin tu energía, sin tu sabiduría, sin tu mirada, sin tu esencia purificadora poco soy, diría, casi casi nada.

Como un secreto revelado, una promesa incumplida o un juramento quebrado.

Y si aún me resta alguna salvación, seguramente que será firme a tu lado.

Rezándole e implorándole a un Dios que todavía no ha nacido.

Este simulacro de ensayo sin práctica como guión de vida.


M.O.V.


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