Praliné

Pan de Dios amasado por el Diablo.

Sofismo sufrido en pasta de campeón.

Dejo constancia sobre mi inconstancia.

Intachable, integérrimo, integracionista.

El original acaba siendo siempre una copia.

Blanca hoja, foja de servicios.

En esfericidad geométrica.

Perdido en algo perdido.

Esnifar snob esmog.

Instante intenso.

Corto amor.

Corto gancho,corto fierro,

Cucharita, cucharon,

no me junto más con vos.

En la otra orilla.

La otra mitad partida.

Me borro en huella irrastreable.

Mi barro, renadío renacido renascentista.

Grandes ideas en singular singladura de simular.

Demérito emérito un tanto demacrado.

Balbuceo ajenas vergüenzas humanas.

Antes que más nada, todo estaba escrito.

En kanji, hiragana y katakana, me parece.

Vieja usanza, Shodo, pincel de bambú y tintero.

Japonense en letras, si la veo, silabeo de a poco.

No da para entenderme muy bien, lo sé.

Cremoso con una capa de praliné, mejora.

Crema rusa, crema americana, crema griega,

crema del cielo, garrapiñada y quiebramuelas.

El poder engañoso engafetado en variados sabores.

Con la crosta de acróstico procrastinado proscripto.

Traer a conciencia lo que nos tiene a mal traer.

Saliendo a flote para mantenerse a flote.

Y dale, dale que vamos, fiera.

Siga, siga, decía Pancho.

Un buen provecho.

M.O.V.