Suelo ser suelo feroz feraz con consuetud de consuelo.
Causalidad de casualidad no es ni por acaso consabida.
Cuaja en tierra infértil la carambola, el albor de albur, la suerte azarosa bien sazonada.
Insta instalado el instinto indistinto de corazonada a desaguarse en desguaces eventuales.
En el poyo me apoyo y te espero parapetado junto al prieto petril guareciéndome del pleno Mayo a pleno.
Viento pampero en Pampa y la vía me corta la cara, me seca los ojos y me deja moqueando.
En los canteros, teros cantan.
Rameadas ramas desnudas desabrigan a desolados gorjeos de golondrinas que se quedaron para atrás.
El pesar apresado prisionero sin prisa en patria hostil hostilizada cogitanto una ignota salida.
Presumible presagio presado, presuroso agobio preagónico asaltando y saltando en el cielo de la boca.
Fetas de espíritu, pasado, corrompido y roto.
Corrosivo se escurre y corre.
Se me pianta así piantao.
Despista despistando.
Se adentra en sanatorio.
Sanita santidad, sanadora sanatera.
Un sanseacabó non sancto en un acto atormentado desesperado.
Alcázar inalcanzable no alcanza para el corazón.
Bastión de lo bestial para el abestiado abastado.
Reducto reducido, resumido a escombros, a lavada escoria de lava.
Dédalos identificatorios en las yemas de los dedos para piano piano tocar el pianito.
Dedal de armaduría. Hilos, agujas, alfileres, cinta métrica, tijeritas, abreojales en el costurerito.
Rodar del radar y alrededor de mí , nada de ti.
Desestimo el desatino del destino destilando su veneno receloso.
En el fondo, la misma cantinela de repertorio repetitivo en tugurio de mala muerte.
A la boleada boleros reboleados aciertan certeros la temática para un día como el de hoy.
Me dejaron plantado a la sombra en tierra seca de maceta arcillosa.
En una única mano de escolazo esquivo, el paraíso perdido.
Sitio en estado de sitio.
Sin lugareños el lugar.
Desplazado de esta plaza.
Sosa zona zonza sola.
Quedate piola con todas tus manzanas.
El que come y no convida...
Buen provecho.
M.O.V.
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