Nada nuevo bajo el sol, reza el decir popular. Y es verdad. Por más que el simulacro consumado a diario aparece y parece mágicamente inusitado, está moldado por un sinnúmero de ideas que ya fueron franeleadas y caviladas por algún alguien en el pasado. Mismo que nos sintamos geniales hasta en actos involuntarios, en nuestra culminante racionalidad, surgimos calcados como en los ríos de tinta china de los antiguos mapas geográficos. y la verdad, somos restringidos, no nos engañemos, aunque nos promocionemos en la venta. La historia nos rememora insufriblemente la repetición de actos y fórmulas y recetas, como en los discursos, en las novelas y sus hermanas bastardas las telenovelas y la reincidencia de actores que hoy es Patrick y mañana Juan Victor, el punto es cambiar los personajes, los decorados las viñetas, darle un toque de humor a las tragedias y minutitos de drama a la comedia. Por eso el terror impulsionado en los tiempos contemporaneos a impugnar a esa asignatura que revela crónicas pretéritas. Porque en el fondo y en la superficie nos refleja lo poco originales que somos, fuimos y seremos. Y hasta este pensamiento ya fue revirado tantísimas veces por tantísimos y algunos pocos lo publican y algunos muchos lo repiten. Pero singularmente con descaro. Todas y cada una de las ideas ajadas , raidas, estropeadas con cara de nuevas.Nuevas son las gentes, y el público no se repite, ni los oyentes ni los lectores. estamos en una gran tienda de segunda mano con ropas y superdeportivos que nos despachan como exclusivos. Los pensamientos precisan una declaración, la de autor anónimo como desagravio.Cómo no se me ocurrio antes. Y las palabras prostituidas transan, se abren y cierran, apretan y sueltan, arte milenar en su sabia combinación.Relecturas. Las virtudes y pecados insistidos. Igual que las notas musicales que apenas son siete, pero suenan mejor. Formas, las muy recalcadas aparecen en todo.
Y cuanto más avanzamos en los territorios de conocimiento más expuestos estamos en los claros del plagio. Adoptamos inconsciente o conscientemente, lo procesamos y lo vomitamos graciosamente como si fuera una producción propia. Todo reciclado, engañados por ese concepto moderno. Nada se pierde todo se transforma.
Original es un pecado, el de quere ser.
M.O.V.
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