Alto precio pagado por la libertad .
Serviles siervos de almas arrancadas en día de subasta en interminables filas.
Habitantes con el hábito de lo habitual.
Exprime el yugo que te saca el jugo.
Cuando inservibles, descartados, a su mala suerte.
Caldo de cultivo candente mata de hambre, mata de indiferencia, gatilla fácil, mata por matar.
Abonamos la tierra con la de carne joven de los pobres.
Morir de nada por nada y nada.
Nacidos de vientre libre abortados por el medio que nos recibe.
Saladito el mar muerto donde los muertos flotan. Crecen altas las olas periféricas que inundan la ciudad.
Tipos en daguerrotipos, imágenes de plata impresas en la cajita oscura.
Valiosas, difuminadas de antaño y aguadas por lloros nostalgiosos. No se borran totalmente.
Goma arábica y acacias.
Grabado como un grabado agravado.
Angustia la gubia los tacos de madera frutal descarozados para un espampa fina en papel de arroz.
Groseramente tallados y entallados hombres y mujeres en paisajes de depresión.
Buril excavando la armadura de aluminio del niño bruñido que no termina de crecer dentro de mí.
Resiste a la madurez que acaba en podredumbre.
Baño de inmersión ácido para terminar de despertarse.
Delicadas barbas, crestas, surcos.
Negro raspado sangra sus verdades que aparecen blancas. Tatuando epidermis.
Aprieta el mandril la manivela y se pasa de rosca en el tornillo sin fin. Torturantemente disfruta.
Lito y su litografía de incompatibilidades de grasa y agua.
Talla dulce el himno a la alegría en flauta dulce.
Desde adentro de una escuela, el maestro, el flautista de Hamelin.
Una manito de laca pasada por la lacra de la puntita de diamante para que no aparezca lo indeseado.
Media tinta en los calcetines que calzamos oliendo a pata.
Depende del viento que la sople la veleta.
De las corrientes seguidas los océanos.
Lo que llevan, lo que traen. Traficantes.
Intempestivos tripulantes atribulados de múltiples atribuciones somos, al final de cuentas.
El resultado.
Qué el que piensa que vino a pasear está equivocado, de bote a bote.
Limada limerencia.
Luminiscencia como ralladura de limón en la inconmesurable cobertura de oscuridad.
Luciérnagas y su luz de a ratos que nos distrae.
M.O.V.
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