Me veo haciendo cuentas y me doy cuenta que no me dan ni me darán los números.
Fervientes polvos de la fe se acumulan sucios en las serviles cantoneras promiscuas.
La buena dicción es clave en la lectura del dictado del buen libro concupiscente.
Estratagemas estrábicas parapetadas con una interpretación limitada adquirida.
Guerra gaucha interiorizada. Se nos vienen los indios de a muchos amuchados.
A los palazos, se combate con bates de beisbol y boleadoras.Se lanzan lanzas.
Al tun tun el corazón. Sincopado. Sálvase quien pueda.
Escarbadientes chupado apretado entre los dientes.
De puntín, de punta a punta puteando.
Violenta mente feliz de un infeliz.
Un basta que ya no me basta.
Mutual de manual, casual.
Cuna de cuneta mugrienta.
Reposera del reposo del leproso.
Estoy podrido y me caigo a cachos. Recaída.
Período absorto que absurdamente no absuelve y nos absorbe.
En trituradísimas trizas el rocío sereno suicida se deja caer al vacío.
Sin fanfarronería ni fanfarria. Ni se ve ni se huele, ni duele ni se siente.
Mustio gusto a sueño soso que da gusto a nada en el cielo de la boca.
De a poco amanece, lo que no es tan poco pero tampoco es gran cosa.
Estrato, gemas gimientes cristalinas en los techos de los coches se derriten por el sol.
M.O.V.
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