Sin ser lo que quiero ser, qué va a ser de mí?
Mucha mochila, mucha muchedumbre.
Estoy al día con la cuota social.
Cada vez más cara la caridad.
Españolidad heredada en el habla.
No habla muy bien de mí, ni de nadie.
Se me sube la tanada en el tono y en la tonada.
Aunque en el fondo somos siempre los buenos.
Los malos, los otros, claramente se explica.
Entre dobladeces, dobladuras y dobladillos.
En alguna parte el lento intelecto.
Se frunce, se estira, se elastiza.
Espero descubrirme epifanía.
Revelado me rebelo, me reveo.
Acaudillado o acuchillado.
Con el puñal empuñado.
Apuñado apuñado.
Apiñado o a las piñas.
A los bollos y abollado.
La hambruna es tortuosa.
Insaciable e inasible inasequible.
Pierdo hasta el conocimiento previo.
Llaveado llevo el llavero sin llaves.
Con aire irónico y de a propósito.
A propósito, sin propósitos ni propuestas.
En la posta, postaje post mortem postmoderno.
A la carta, cartas cartapel, misias misivas.
Historia clásica de mi piel criollita.
Autoestima en autoregulaje.
Me repienso náutico apaciguado.
Fielmente fidedigno finalmente.
M.O.V.
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