El inmigrante y su intrigante foráneo mirar distante.
Extranjeridad extrema entrañada, extraña.
Las rajaduras del suelo, las manchas de humedad del techo, las paredes descascaradas se alargan hasta largarse, aflorando cruda la realidad eclipsándolo todo, magnificando su aterradora presencia cruenta y devastadora.
Incertidumbre de muchedumbres.
El poder del pudiente impertinente, prominente prepotente.
Acopia copiosamente sudor en lágrimas de sangre el trabajador rural. Después riega,cuando se le cae el sol. Todas las tardes.
Ajuste del desbarajuste salvaje.
Duro conservadurismo puro.
Ápice de témpano destemplado.
La muerte pasa dejando días nublados, reencarnando irreductiblemente despótica desorientada.
Las arrugadas ropas guardan temblores, guardan olores, guardan pudores.
Mundillo de tango.
Cortes y quebradas.
Sufridos fueyes del respirar.
Desensamblados ensambles.
Firuletes aledaños al daño.
Penas de bandoneón.
Película autobiográfica unipersonal la vida.
Franco infranqueable de modorra interminable, paraliza.
Follaje follándose agitado en planta alucinógena.
Velocidades reprimidas. Candor de candela.
Solemne sequedad, se queda y no se va de la boca.
En paralelo el universo. Pedigüeño, espectral, con su batuta sigue la partitura y su destino.
Gatillada la bala del devenir inmolado.
Citadino aclimatado a las melindrosas cuestiones del tiempo aunque lo sufra.
Gangoso dengoso nos quiere versear, incoherente y malhumorado.
Polisémico ominoso hombre humano cuadrumano.
Síntoma de sintonía en sinfonía inconclusa colectiva.
Atados, atraídos, reatados y el lujo de estar juntos.
Milagrera coincidencia.
Prolongado prólogo el que prolonga agonías.
Engorrosa prosa en libro abierto al descubierto.
Díscolo dístico final.
M.O.V.
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