Me hice de lo que me hicieron.
Me cago en lo que hago.
De lo nuestro lo mejor.
Crianza enajenada.
Llevo una eternidad.
Un manojo en madeja.
Inextricable inexplicable.
Los derechos de la derecha son retorcidos.
Aporofóbicos esteticistas del etnocidio comen en la flugral tv cultural.
Qué paquetería, agarrales el paquete fútil que yo me quedo con la indigestión.
Con tu estado de excepción quedate en tu vereda.
Aire compresor de comprensión comprimido en el pecho.
La pelota importada del pelotudo es inconsútil, inconsulta.
Vigilado a cuatro ojos desde los cuatro vientos.
Decomisado el sentido consentimiento. Mis sentimientos.
En nombre cambiado el hombre innombrable en melopeas.
Desmañado en urdidumbre de otredades. No me confundas.
No es el otro ese ser irracional que chorrea odios y dios.
Si me mojás la oreja, no me quieras pacificado pacifista.
Zanjar las diferencias, se zanjan en la mundana zanja inmunda.
La vuelta al mundo que no sale del lugar. Mudanza postergada.
Despelotado en despelote, como en casa, me siento.
Ningunear el dominguear, es de agringado bobalicón.
Los orgasmos, los mejores, son los desorganizados.
No te veré dormir, no te veré morir.
Un minuto de silencio...
Chssssssss, hospital.
Finiyela.
M.O.V.
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