Y sí, yo mutilé y apagué el brillo de la tinta contenida en las palabras previstas para mi carta astral, tal vez con el codo, desgarbado,un poco por inconsciencia, un poco por audacia, quizás por la omnipotencia del que se siente en la buena, ganador, con las barajas alineadas y relucientes mostrando la conquista inminente de una nueva partida, con aires de triunfo que fueron enrareciéndose con el smog de un fracaso cierto anunciado y predestinado por la vida mundana. Pues ese aquí es nuestro purgatorio y no nuestro paraíso y para fiscalizar alguien en ese profundo universo es el encargado de recordarnos para que vinimos, no precisamente para disfrutar.
En un antes, hasta la sonrisa se elevaba diferente por las comisuras de mis labios , en ese pequeño espacio del antaño glorioso, con el tiempo fueron paralizándose transformadas apenas en una mueca final debido a una angustia imprevisible por la ingenua ingenuidad y también por el fragor de las luchas enfrentadas y perdidas.
Vivir del pasado nunca es recomendable, pero es un recurso inestimable cuando precisas dormir y las locuras cotidianas se emperran en desafiarte con sus ladridos y mismo mudos, agitan todos los recuerdos inmediatos de un día asolador , despiertan a todas las vecinas memorias que apuñalan a mucho más que el sueño y el tic-tac del reloj biológico nos grita que el tiempo se va perdiendo, que para esto no hay retrasos, que ya es hora, puntualmente; en ese entorno es sencillo zambullirse en un otrora futuro idealizado que los años transformaron en un presente victorioso, único, irrepetible como todo, como nada ,presente indefectiblemente arrodillado al pasado,masticado, ensalivado y tragado por él, tiempo pretérito hambriento que siempre vence porque tiene a lo efímero como aliado mientras que, por su majestuosidad, condena a nuevos presentes e ilusorios futuros al fracaso.
Guerrear sin descansos, mantener la postura como un impecable samurai, armónico, diciplinado, articular los movimientos sincronizadamente para evitar que nos acesten un nuevo golpe muchos de los cuales dilacerantes y profundos marcaron nuestras vidas y en esa danza continua, continúa prevaleciendo el instinto de supervivencia para no desangrarnos en la estocada final. Cansa, desanima y transformar eso en rutina no es saludable. Cuando se acaba la luz mismo pagando todas las cuentas, la impotencia se apropía de los actos y la rabia espuma en este mar de desolación. Para qué?
Sólo quiero lo básico, pienso.Lo básico únicamente aparece en el mundo de la moda, porque despúes se resiste en aparecer en la mesa de los pobres, en la relaciones humanas, en los principios de convivencia, en la educación postergada, en la salud denigrada. Pedir por él es casi como pedir por Dios y genera las mismas controversias. Pero pido porque es la base.Cómo construir sin base?
En ese momento donde los amigos ya no están, ni los lugares, ni las carcajadas ahora rajadas y encuadradas, sólo sollozos de lo que vendrá y el sol insiste tercamente en no aparecer, primavera fayuta y desalentadora, paradójicamente en final del otoño de mis años.
Mañana amanece nuevamente, amanece que no es poco dirían por ahí como animándonos.
Voy a cubrirme, parece que está llegando el frío.
M.O.V.
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