Movimiento sísmico manifiesto.
Apreciable ostensible sensible.
Con noción de la conmoción.
Conmovido a ser en tu ser.
Y sediento saciar mi sed.
Extremos preexistentes.
Uniéndole las puntas.
Recortando lo corto.
Lo irresuelto disuelto.
Lo finalmente finito.
Lo finamente afilado afianzado.
Las orillas bravas contorneadas, circunvaladas averías.
En superación la superposición del superhombre.
El almazenamiento del alma, almácigo floreado.
Tierra de hojas en zumo de humus para la semilla.
Te riego en rocío de gotas ínfimas lo esencial infinito.
Mi corazón andaluz y su luz de luz viajera entibiando.
Atarazana donde te guardo y me guardo el rojo vino.
Te pido qué te quedes por todo el tiempo que queda.
Campo ubérrimo, libérrimos, sembrémonos juntos.
Nuevos, de nuevo de vuelta, en vuelta y vuelta volver.
En un eterno retorno de novedades, según ella.
En la ausencia de tu presencia igual te siento.
Ubicuidad en hueco, ahueco mi mano.
Mullidos mis sentires y sentimientos.
Leila, medialuna y noche oscura.
Lunares y mancha de nacimiento.
Son los indicios de mi cielo eterno.
Nimbo nube de un antojo sonrosado.
Es mi cielo, lugar por donde todo pasa.
Mi serafín, querubín, un espíritu celeste en estrella guía,
que con su acaramelada meliflua voz me canta y encanta.
Trato con tretas y artimañas, redes, estratagemas y ardides de seducción.
Amaso la masa que será pan caliente. Condimento con dedicación y dedeos.
Te anhelo, deseo de mi apetito intenso, mi afán en ansias de pasión.
Amo amarte y amo que me ames.
Te espero, espero verte, siempre.
Peservero el aguardar.
Perverso es aguantar.
M.O.V.
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