Viscocidades.
El loteo de remate.
Apuntando el puntero.
De acá no salimos más.
Un terrenito aterrado en paraíso infernal.
Cercado por el campito hasta adonde se estira el campo.
Levantado el rancho a los ponchazos, con el poncho del diablo.
Un póster vivo de los postergados en un poste posteriorizados.
Desgarrada, desgajada, desquejada queja de pelota hecha pelota.
Baratera felicidad para unos cuantos piececitos descalzos de cuero grueso.
Aspiraciones sin especificidades especiales de especierías austeras.
Colectividad colectiva litoraleña viniéndose abajo, río abajo.
Desmantelamiento fabril, la mesa vacía, rengas patas.
En la masa de la sangre, amasada malasangre.
Masa madre.Masa acrítica criticada.
Crispada crisis que nunca pasa.
Me queda la cáscara cascada.
En el surco , escupiendo las semillitas.
Anecdotario recordatorio.
Cartoneándola.
Trueque trunco.
Amor de tu vida.
Y no pasa naranja.
En la sima como cima alcanzada.
Llega el Buen Ayre del CEAMSE
Revoloteada bandera de Chaca.
Endémica miseria epidémica.
El Reconquista basureado.
La Cárcova. José León Suarez.
El botellero, el carro, la yegua.
Ni yankys ni marxistas la muletilla.
Amurada en la pared arrumbada.
Los de la cuadra. Sueños de antihéroes.
Donde hay una necesidad, nace un derecho.
Peronista rabioso. Muerto el perro. Palo y palo.
Ilustrados todos, encasillados en la Guía Filcar. Al fondo y dale nomás.
Salvaguardado. Con el entusiamo del entusiasta desahuciado desahumado.
Me asomo al borde del vaso con el miedito a esta altura de los tiempos.
Camino hacia mí mismo sin llegar muy lejos, ni tan de cerca de lo que soy.
Se me fue el último bondi , por un minuto, a metros de la parada.
Le rajé una puteada al colectivero que pasó de raje.
Nos estamos viendo, le dije.
Despedida bienvenida a la que nunca me deja.
Y me perdí entre las pieles de las sombras.
M.O.V.
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