Azulejado

Marca el acmé esta enfermedad social marca Acme.

Iluminados los iluminados en sus cavernas, graves y groseros son los sones de sus palabras más rápidas que la velocidad de la luz. Mesías modernos desde el púlpito de derramados tentáculos estrujadores.

Remanso para el remanso. Ese mar rebalsado que se me mete en la balsa, y a seguir remando que se nos arruga la vida.

Barcos negreros encallados con acallados gritos del dolor, a latigazos, enraizaron en estas costas y se arrastraron hasta el hoy y sus frutos despreciados empodrecen, empobrecen sin poder ser. Qué empiece la fiesta que de cualquier manera seremos punidos por el punitivismo reinante. La derecha, demo del demonio pasada de adelante para atrás, reverséandonos, reversionándose.

Otra vez con la guitarrita. Rasgueándome, rasgándome. Mi felicidad en un charco sin escarcha como el renacuajo, me cuajo y no encajo con los piojos resucitados. Méceme en mi cuna, a salvo del cuco y del señor de la bolsa. Duerme negrito.

Ejercitando el ejército ejerce el poder desde la cerrazón del sin razón. Qué dios nos tenga, qué se enciendan las luces del mediodía y que las sobras de las sombras se inclinen a nuestros pies.

Desarmar esa panoplia de ideas que nos aprisiona en la palma de una manopla de mano dura.Explayar metanoia en océanos de renovados oleajes. Regenerémosnos y multipliquémosnos ante la adversidad, brillantes equinodermos estrellados salidos del fondo del mar. Pensar, arma. Encaramado en escamas espinosas, me defiendo. Cabeza de chorlito, pechito argentino.

Avara la vara que mide, la vara autoritaria, la vara que juzga, varemoslas en esta resaca de sudestada.

Piedra, papel o tijera.

Adivina adivinador. Esta la sé, y no soy diestro para las adivinanzas, soy siniestro. Digeriendo dirigiendo me pierdo en el camino, volando se me fuman los aires.

Vituperio, la puta que los parió. Como se come ampulosamente del lado errado del vidrio y del otro, populosas caras caras del hambre. Dices merecimientos, cuando tus merecimientos son una asociación ilícita. Los sacrificios tienen muchos rituales distintos y ninguno vale más por indistinto, que el otro.

Escuelas rurales hacen escuela sin indulgencias con indigencias.

Rio Agrio endulza la boca con un oro de hierro.

Etnocidio eterno, manos sucias de sangre, colonos contemporáneos, parias apátridos insaciables. Bandas con bandas presidenciales.

El diablo carga con todas las culpas de un dios que permite. Hereje , el libre de elegir según los griegos.

Nunca rehará la rea sus modales para aliñarse a las reglas de la sociedad. Y hace bien.

Azulejado, el día se aleja.

M.O.V.