Los guachos en la esquina aprendiendo a piropear, a fumar, a putear, a verduguear.
Un peso pa´ la birra, vieja.
Peaje para el pasaje al viaje que nos saque del paisaje de la mendiga realidad.
Mojar umbrales para que nadie se sienta ni se siente a ver la vida pasar filosófica.
Acuchillar pelotas antes de devolverlas descosidas y destripadas.Por caer en el lugar errado.
Manos libres pintan reflexivos murales reflejados hacia nosotros mismos.Imágenes perturbadoras para el moldeado enfermo mental, el doctor doctrinado, el manipulado masturbado, el de la extrema derecha.
La respuesta social es un blanqueo mortificador y ejemplar. Blanca pureza.
Sos boludo o te hacés?
Rueda el canto rodado.Rueda la rueda del carro del botellero.Ruedan cabezas.
Llaves rayan los coches de los vecinos más queridos y respetados del barrio.
Silenciosa expresión de bronca resentida acumulada. En las sombras, como toda justicia.
Retorcijón del retorcido retobado retacón.
Forros, algunos.La mayoría, usados y descartados.
Esquirlas de un piñon trompeándole al suelo. Violenta violación para la reproducción.
Naturaleza salvaje.
Lámpara que ampara de la oscuridad total, el revés de la sombrilla, la bombilla.
Vacío, tungsteno, incandescente.
Marchito menoscavado el cavado a fondo en su tumba de abandono.
Mustios anhelos inalcanzables, ansiedades asesinas.
Aguacero es contradictorio.Como todo lo terrenal.
Copiosa se copia la lluvia en miles de gotas repentinas repetidas miles de veces.
Capta miradas, reversionada y vulgar, sorpresiva sorprende igualmente en cada presentación.
Si en el charco se hace globitos, llueve el día todo.
Crueldad fecunda metiéndonos el perro que ladra y muerde. Ahocicándonos, adiestrándonos.
La disuasiva mano pasada en la cabeza.O el piedrazo ademán.O la cobarde patada aleccionadora.
Todos los poderes se valen del miedo para ser fuertes.Sacate la careta.
Sembrada cizaña con empañada saña empeñada. Dorada la píldora envenenada.
Sillones chillones, sifones chistones.Siliconados falsos valores.
Sobrada sobriedad sobra.
Lino vestido de lino.
La mona vestida de seda, mona queda.
Tucutucu el corazón del tucumano. El bobo.
Lo que se ve venir, se huele a lo lejos por las rendidas rendijas de las rejillas.
Boca de tormenta mal higienizada. Rastros de sarro y restos.
Medio que traido de los pelos, el calvario del calvo incrédulo y revolucionario.
Ensayista con pocos ensayos, se me sube el indio y el tano juntos, aliándose en mi interpretación.
Es anarquía, salirme con la mía sin saber muy bien adónde.
El tupé de opinar sin tapujos destapando prejuiciosos, tránfugas, moralistas y despiadados.
Qué talco?
Metido el metejón, no sale ni saldrá del zanjón que atravieza el pecho.
Mandar todo al carajo con desparpajo corajudo.
Soy yo, el de las velas para el entierro.
Pasen y vean.
Avant premier en la capital.
M.O.V.
Comments