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Foto del escritorMario Vidal

Atenti al descorche



Me desprendo de a una, de las prendas prendadas que me prenden, en el suelo, bajo las suelas que me suelen arrastrar, hasta totalmente pelado quedarme.Fatigado por repetir ropas de personaje de comic, por vestir el senil y roto atuendo de ángel o demonio en universos travestidos, vestimentas heredadas, más ceñidas en la circunferencia abdominal contemporánea.

Caras de pescado en las retraídas bolas por trás de las guirnaldas cabareteras y los fueguitos hipnóticos del perenne arbolito navideño. Nos alertan.

La mufa se ufana por sus consecuencias aledañas y se fuma esperanzas a escondidas. Cigarrillos se consumen entre dedos petrificados, indolentes ceniceros o frente a ocres dientes descarrilados.

Adolecen adolescentes la escrupulosa formalidad.

Compadres y comadres, comparten compañías.

Hijos de vidriero desfilan ante la mirada vidrada en la bisagra revirada de la virada de los años.

Acento sin asiento, por hoy, en la realidad.

Al don, al don, al don pirulero, cada cual, cada cual atiende su juego.

Cacerolazos se escuchan desde la recalentada cocina, ensaladas de axiomas, juicios y sentencias, antípodas y antipastos, al son de ochentosos contemporizantes. Se tajean las carnes suculentas, quebranueces exponen los cerebros en los cráneos partidos de las nueces. Groseros granos embotellan el doble embudo del reloj de arena. Se reprime la diligencia con celeridad, con celebridad. Agua que no has de beber. Arriba la birra desde temprano. Rehogados y fritados los sesos, resaca al vino tinto o blanco sin discriminaciones, luego flambeados en bebidas blancas primereando el primero. Viaja vieja noche sin reproches de año nuevo, nuevo aprendiz anual e inusual. Danza la panza que avanza en su autoafirmación.

Juanetes en Juana.

Desatina cristina desde la tina.

Manantiales de manás para las manas y manos.Prepara los anales, abriles y primaveras y cárgalos en maletas sobre el coche que nos vamos errantes a errar. Reverdece vertiente que un día serás mar.

Se reparte un pan todavía dulce y se pianta un lagrimón. Ojo al ojo. Chinchín. Chinchín.Chinchín.

Vaya, vaya, baya alba en procura de un año más. Brizar fantasías, abrigar bravamente la briba de las tardes de domingo, que no hay espacios para rendiciones cuando se vive a matar o morir, buscado vivo o muerto.

Un año más, pelito pa' la vieja.

M.O.V.

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