Avenirse, vecina!
Se avecina la tormenta.
Alquimería de quimeras.
Químico en período de experiencia.
Empleado en la sección de perfumería.
Aroma de aromaterapia en un aire septembrino.
Esencia tropical, olor a tierra mojada, humedad de tu sexo.
Husmeándote en lo humeante de un sahumerio encendido.
Esparciéndome al solaz del solazo en tus ojos entreabiertos.
Un perdidito empedernido de ojitos llorosos de emoción fácil.
Y lo bien que me llevas, y así, finalmente, me dejo llevar en vos.
Tu aliado alado, porque el mundo no basta y somos literatura.
En inúmeros números, y en la enésima potencia, soy un NN.
Un hombre de nombre desconocido reconociéndose a sí mismo.
Así mismo, en los otros, en el otro y especialmente en vos que me leés.
Lejos del no sabe, no contesta, responsablemente le respondo, a quien corresponda.
Nada común, todo en común. Como un idiota,como un genio también en ojos de algún alguien.
Me escribo y me reescribo todos los días, me inscribo y me proscribo dependiendo del ánimo.
Animada animosidad de animadversión contra la injusticia y la desigualdad estructural.
Filosóficamente filoso y afilado, afiliado al peronismo desde la cuna, por obra y gracia.
Mi alma que es muchas y es tuya se regodea deleitándose y deteniéndose dentro de ti.
Diferente indiferente en lo que a mí se refiere,soy un referente sin grandes referencias.
Yo en carcaza que será carroña, esa sombra que se esfuma, ese reflejo que no será más.
Y eso que resta de entre todos los restos de mí, lo que en esencia queda, es todo para vos.
Aceptame en ese acebollado de mi tejido leñoso de árbol en mueble de madera noble.
Recíbeme voluntariamente, asumeme para sumarme a tu quintaesencia, éter sutil purísimo.
M. O. V.
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