Nos habitábamos.
Rajándose la tierra terrena.
La moral de la inmoralidad inmanente.
Con la potestad de protestar, protesto en prosa.
En ánfora de anáfora la consagración congratulada.
Peldaños aledaños llevándote hasta el cielo en la gracia divina.
En los umbrales hambres amarados en mares de amores resacados.
En parte habría que saber en que parte de este todo estamos del todo.
Alterados flácidos adláteres adelantados desde los altos altares altisonantes.
Coro de ángeles. Serafines. Querubines. Tronos. Arcángeles. Melodramático melado.
Desafina el abate entre la bóveda, la sagrada bodega desangrada y los barriles del cuchitril.
Tosudo tonsurado atontado tomado hermano ermitaño derramado en duermevela.
Fantástico amuchamiento fáustico ante la revelación mendaz desvendada.
Peliagudo religioso peligroso. Mono con navajas. Gaucho gualicho guacho.
Monolingüismo del otro. Lenguarudos de lenguajes impropios. Derrida.
Tantas cosas que se dicen y tantas otras que deberían ser dichas.
Comeme por los bordes que estoy recaliente.
Entrado en carnes, sabores fuertes.
Un bestia soberano.
Con lenguaje de ente.
Un ente ininteligible.
El ser antes de Dios.
Zampame un beso.
Ruge rouge.
-Sí, cariño-
-No te aflijas-
Rajá de acá.
Pulido, lijas Doble A.
Intentona de piripipí.
Modosito el susodicho.
No hay nada fuera del texto.
Es el lenguaje el que nos habla.
Apalabrado, con nadie me entiendo bien.
Será que no me lo merezco, a jorobarse, entonces.
Mañana será otro día y será apesar de mí.
Plenitud de la ausencia.
Allá voy.
Textual.
Desarrolle.
M.O.V.
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