Ella

Es ella.

Siempre fue.

Siempre será.

Ha sido siendo.

Y es lo que vendrá.

Final de lluvia llorada.

Iniciación sacramental.

Radiante brillante rutilante.

Destellos de irisación tornasolados.

Erizante de mi curtido cuero erguido.

Friccionado roce inevitable indispensable.

Luz de luna espejada en la piel de su cuerpo distendido.

Una tela perfecta para todo artista que se dice apasionado.

Dibujo, pinto, bordo, coso y también sé abrir la puerta para ir a jugar.

Pienso en vos y cuando te pienso me pienso, te repienso y me repienso.

Blanca magnolia abriéndoseme.

De alma ámbar almíbar sabrosa.

Un fiel reflejo de dignidad y nobleza.

En su risa arriesgada sonora sonajera.

Río y me arrastra con ella a la felicidad.

Caparazón para mi corazón desenfrenado.

Concha viva para guardar todas mis perlas.

La cáscara que envuelve el sentido de la vida.

Una infinidad sinfín, multitud de multiplicidades.

Estación período momento ciclo era época existencia.

El tiempo todo, en um tiempal en un lapso sin términos.

Me besa con sus ojos y con su boca me toca enteramente.

Me palpa y acaricia con sus palabras, me oye telepáticamente.

Su inato sensorio común sensual floral de afloramiento aflorado.

Ella es como el arroz con leche, azucarada espolvoreada con canela.

Canela en rama, vaina de vainilla, ralladura de limón y dulce de leche.

No es de San Nicolás y sí de Santa Tereza.

“Con esta sí, con está no,

Con esta señorita me caso yo”

Un esbozo de vos , un esbozo de voz.

“Ella, la flor más bella...

...brilla más que el sol...”

M.O.V.