Edén

Mi arte de artista con artrosis.

Miar de gato que se pone viejo.

Con las cardiopatías de un corazón salvaje.

Con el paso arrastrado en la renguera de años.

Con la sordera astuta de quien ya escucho mucho.

Labia en rima antigua ambigua, palabrero en apalabrado.

Olfato huesudo del perro abandonado que encontró el cariño de una mano pura.

Algunos acusan al ocaso, yo por el contrario soy de los que acasionan el acaso.

Soy la consecuencia inmediata de la concepción primigenia de un Dios inhábil.

Mi profesión, la de un jardinero esforzado atareado en los jardines del Edén.

Fui expulsado por desobediente, recontratado tercerizado precarizado.

Tengo una reservación en la reserva para las almas perdidas halladas.

Poseo los recursos suficientes para las sucesivas mudanzas que faltan.

Fantasías ficticias fantásticas de lo quimérico irreal ilusorio irracional.

Compulsión combustionada de una pasión con el pulso vertiginoso.

Lo fraudulento viene en cápsulas prescriptas o en píldoras doradas.

Mi emoción universal en parejo paraje de las verdades absolutas.

En muestra aleatoria soy el número premiado para lo inesperado.

En un dominó, dominancia en forma alélica del fenotipo argento.

Antropológicamente atolondrado en antro del antropocentrismo.

Sim embargo el universo es siempre generoso con los desvalidos.

Y te veo, te oigo, te huelo, te toco y saboreo y no lo puedo creer.

Y vivo a tu lado este domingo luminoso en un feriado eterno.

No me despiertes nunca que quiero seguir soñándote así.

Así como te siento, así como deberían ser todas las cosas.

Níveas, albas, blancas, inmaculadas, límpidas, diáfanas.

Leilas.

M.O.V.